Las cocinas de hoteles, restaurantes e industrias prestaron un material muy atractivo a los hogares de la actualidad: el acero inoxidable. Es casi imposible resistirse a su limpieza, durabilidad, estética sencilla y adaptabilidad a cualquier tipo de decoración.
El acero inoxidable habla de diseño, higiene (por carecer de poros en su superficie), practicidad y tecnología. Aquí están las recomendaciones principales para que lo apliques y que tu estilo brille.
¿Cómo usarlo?
El acero inoxidable es tan versátil que da para todos los gustos.
Puede ser que tu casa sea grande, ultramoderna y tecnológica; en este caso, toda la cocina puede ir con recubrimientos de acero, incluidos los electrodomésticos.
Si tu espacio es más bien pequeño o tu estilo es contemporáneo, no uses el acero en toda la cocina, ya que no luciría en todo su esplendor. Para este caso, o para cocinas minimalistas, utiliza muebles de otro material y color neutro, y que sólo la cubierta del área de trabajo principal y la tarja sean de acero.
Si tu cocina tiene acabados de colores vivos o muebles de tradicional y cálida madera, el refrigerador, la estufa y los aparatos, todos de acero, pueden ser el complemento ideal y aportarle diseño de última moda.
¿Cómo iluminarlo?
Para iluminar una cocina de acero inoxidable hay que tener mucho cuidado con los reflejos, sobre todo si el metal no cuenta con un acabado opaco o si hay varias aplicaciones de este material en el espacio.